
Venus en Piel, un desafío actoral que no es para cualquiera…
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Siguiendo el recorrido por las distintas salas de Buenos Aires, anoche ingresé al Paseo la Plaza y me encontré con la marquesina de Venus en Piel, obra teatral protagonizada por Juan Minujin y Carla Peterson. La enorme puerta de vidrio con el nombre «Pablo Neruda» me invitó a una experiencia divertida y a otra producción que fue éxito en Broadway (2011) y hoy forman parte del a grilla porteña.
La obra tiene mucho misterio, ya que ni los propios personajes saben muy bien quienes son. La sensualidad ocupa un lugar privilegiado, donde se insinúa ir más allá de los límites impuestos por sus propias vidas y el humor, de la mano de la gran actriz Carla Peterson, que logra carcajadas y aplausos constantes por parte del público.
Minujin (Tomás en escena) es un atrevido director teatral que se deja llevar por una mujer desesperada por encarnar el personaje protagonista de Venus en Piel, haciéndose pasar por una completa desconocida de la obra y luego se convierte en una experta, no sólo del libro escrito por Tomás sino de la vida de este director.
Con respecto a Peterson (Vanda en escena), para mi entender, se gana la aceptación del espectador con su actuación bipolar que demuestra tener arriba del escenario. Logrando desorientar constantemente a una sala repleta de gente.
Los límites entre fantasía y realidad parecen estar desdibujados desde el momento que ambos aceptan interpretar los personajes de este obra erótica y sadomasoquista. Un estilo teatral poco incursionado en nuestro país y es aquí donde se encuentra el mayor desafío de Carla y Juan.
También el amor se ve prisionero en el dilema ¿libertad o dominación? y son ellos mismos los encargados de buscarle una salida a una historia con un final inesperado.
Hay momentos muy divertidos en la hora y media que dura la obra y ambos logran, muy bien conectados arriba del escenario, demostrar la excelente química que existe entre los actores. Parece una frase hecha, pero cuando hay buena onda eso se transmite y el público lo percibe.
El autor de este espectáculo es el norteamericano David Ives, y la versión argentina está a cargo de Fernando Masllorens y Federico González del Pino.
Muy recomendable!!
Agradecemos a Javier Furgand prensa por las invitaciones!