Mi opinión de «Mi Banda Sonora», el music-hall de Hernán Espinosa
En esta nota, te cuento qué pienso del espectáculo
Por Juani Fernández Juvé
El género del music-hall en nuestro país padece desde hace varios años una importante crisis, debido al costo que requiere hacer un espectáculo con música en vivo, escenografías y una cierta cantidad y alta calidad de artistas en escena.
Los directores de esta apasionante representación teatral, se convierten en magos, y deben lidiar con los cambios socio-económicos del país y tratar de hacer lo mejor posible. Pero lo que jamás entra en crisis, a mi entender, es el talento y es en este momento donde la creatividad brilla con más intensidad.
Si nos dejamos llevar por el pesimismo, y más saliendo de calle Corrientes en Buenos Aires, jamás podríamos alzar la lucha y gozar de espectáculos como Mi Banda Sonora. Un show, que transita su tercer año sobre los escenarios y que nos permite hacer un recorrido por los distintos momentos de nuestras vidas.
La música, sin lugar a dudas, es el canal que nos recuerda emociones, nos potencia sentimientos y nos devuelve momentos del pasado y nos hace revivirlos, como si estuvieran sucediendo en este preciso instante. Y esa es la misión que Hernán Espinosa se planteó en este espectáculo y lo logra con una altísima calidad artística.
Abriendo con «Esas Pequeñas Cosas» del cantautor español Joan Manuel Serrat, y transitando por clásicos como «She», «Pretty Woman», «Shoop Shoop Song», «De Punta a Punta», hasta el clásico de Queen con «Somebody to love». Yendo y viniendo por hits de distintas épocas, sin discriminar géneros musicales, y reversionando temas como «Si voy a perderte» de Gloria Estefan, o «Crímenes Perfectos» de Andrés Calamaro y hasta un «Fuiste tú» de Ricardo Arjona.
Un «Contigo» de Joaquín Sabina convive con «Moscas en la Casa» de Shakira, o el caso de «Oh darling» de The Beatles que pisa el mismo escenario que «Beso a Beso» de la Mona Jiménez. Dándole sentido a cada historia, entendiendo los temas desde la vivencia del intérprete y permitiéndose el espectador sentir el aroma de cada momento personal, donde se oyeron estos clásicos de la música.
José Luis Bartolilla y Malén Panichelli, que tuvieron pantalla a nivel nacional (con La Voz Argentina), disfrutan del no protagonismo, y caminan al mismo nivel que los demás artistas. Las voces, los movimientos, las actuaciones, llevan una sintonía que para muchos en la sala, se tradujo en lágrimas de emoción.
Alexis Pozzo Godoy, al igual que Natali Scalzadonna brillan sobre las tablas y comparten la ovación del final con Antonella Oddi y Juan Basso que derrochan talento innato y muy bien dirigido. Todos son excelentes, todos participan del gozo de cantar, bailar e interpretar cada historia.
Si aún no la viste, y después de lo que te conté en esta nota, me pregunto ¿qué estás esperando?
| Todos los jueves de junio en Ciudad de las Artes
Entrada General: $320
En boletería del teatro y puntos de venta Autoentrada
Tarjetas Visa y Mastercard