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El espectáculo y la cultura, las grandes víctimas de la pandemia
El coronavirus ha paralizado la actividad cultural como nunca antes ocurrió en el país y en el mundo, generando una enorme crisis económica.
«La prioridad es la salud» es una de las tantas frases que venimos escuchando desde que en Argentina se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Esto sin lugar a dudas llevó a cientos de teatros tener que cerrar sus telones hasta próximo aviso.
Ya lo dijo Carlos Rottemberg (productor teatral) cuando apenas iniciaba la cuarentena: «la temporada 2020 en calle Corrientes está perdida», y no se equivocó. Con el diario del lunes, podemos ver cómo estas declaraciones se materializaron en la realidad de todos los espectáculos.

Los teatros no sólo sufren el desempleo de los actores sino también de la gran cantidad de personas que trabajan detrás de escena, la mayoría depende del funcionamiento del mismo para poder cobrar.
Hoy se debate sobre un protocolo para aplicarse cuando la actividad vuelva a su «nueva normalidad». El productor habló de tres fases, la primera es el regreso a las salas por parte de actores para ensayar, tareas de mantenimiento y la posibilidad de hacer presentaciones vía streaming.
La segunda fase contaría con público en los teatros, al principio sería el 50% de la totalidad de las localidades, luego el 75% para llegar a la tercer fase con aforo completo.
El productor cordobés Maximiliano Pita habló de esta situación con nuestro medio y destacó «somos los primeros que cesamos con la actividad y la verdad que no tenemos una fecha cierta de cuando podamos regresar… Nuestra actividad acumula mucha gente en lugares cerrados. Fuimos los primeros que nos fuimos y seremos los últimos en volver».
Pero esta situación no sólo afecta a la industria local y nacional, sino también a las grandes compañías de entretenimiento. Un claro ejemplo es lo que sucede con el Cirque Du Soleil que atraviesa una crisis histórica sin precedente desde su creación.
Es una de las empresas de espectáculos más conocidas del mundo, su sede está en Montreal, Canadá. Allí el pasado lunes la compañía se declaró en quiebra. Son 44 los shows distribuidos en distintos países que debieron detener su funcionamiento por la pandemia, dejando a casi cuatro mil empleados sin trabajo.

Volviendo a la realidad en nuestro país, el productor Flavio Mendoza, además de sus obras teatrales, el año pasado apostó fuertemente a la creación de su propio circo llamado «Ánima». La cuarentena también provocó el cierre de su carpa que se encontraba de gira por Mendoza.
El creador de Stravaganza habló con 360yvos.com y expresó: «tengo el circo parado, el teatro, las escuelas paradas. Esto no me afecta sólo a mi, sino a muchos circos, a muchos parques muy chiquititos del interior del país… cada vez se hace más difícil».

Pero esta situación no sólo significa un cachetazo a la actualidad del teatro sino también genera una gran incertidumbre sobre el futuro cercano de las distintas producciones.
El productor de espectáculos Miguel Pardo, en diálogo con 360yvos.com, planteaba lo difícil que van a ser los próximos meses: «nosotros vamos invirtiendo en shows a futuro. Tenemos mucho dinero invertido en presentaciones como la de Chayanne, «No te va a Gustar» que tuvimos que suspender. Son shows que ya habíamos señado… Eso nos deja sin caja, porque esto es una compra permanente, una pre-producción permanente de los show que vamos a presentar a futuro».

Frente a este crítico panorama, muchos artistas y centros culturales decidieron volcarse a las redes sociales para seguir conectados con su público. Dentro de una situación de emergencia, el arte sigue expresándose.
La mayoría de los streaming son gratuidos y permiten llevar entretenimiento a miles de hogares que se vieron afectados por el covid-19. Pero algunas otras presentaciones virtuales son pagas, permitiendo que las producciones puedan recaudar «algo» en medio de tanta crisis.
José María Muscari fue uno de los directores teatrales que supo adaptarse a estos tiempos de pandemia y reconvirtió el espectáculo que estaba presentando en Buenos Aires. «Sex» es una obra teatral que tuvo 150 funciones con público en sala y se adaptó a las redes sociales generando contenido exclusivo para aquellas personas que compren la entrada.
«Estoy muy contento porque mucha gente puede estar trabajando, en una experiencia que resultó exitosa, agotó localidades en la primera edición y ya se abrió la segunda función» comenta el productor en Todos Contra Juani (Sonidera FM).
Las preguntas que nos hacemos son ¿volveremos a la forma tradicional del teatro? ¿la cultura sufrió un cambio para siempre? ¿las redes sociales activaron una manera distinta de consumir el teatro?.