
Baglietto y Vitale a beneficio en Córdoba
Estos dos grandes artistas estuvieron en la capital cordobesa presentando un show a beneficio
Señores monstruos
Un Teatro San Martín colmado, la Banda Sinfónica de la Provincia y dos artistas de lo mejor que ha dado el país era la invitación para el pasado viernes en la capital Cordobesa. El show a beneficio del Hospital Pediátrico del Niño Jesús, tuvo de todo. A continuación lo más importante
Veamos. Si se va al teatro y preferentemente al San Martín, siempre es con ganas de disfrutar de un excelente espectáculo. Un lujoso espectáculo digamos. Si lo que vamos a ver es a Baglietto-Vitale lo que queremos es disfrutar un excelente show. Lujoso digamos. Si, es cierto que se repite los adjetivos, pero es que son necesarios. Porque si en un Teatro, se suman la Banda Sinfónica de Córdoba junto a Juan Carlos y Lito, lo único que puede resultar es algo maravilloso.
Por eso, no encontré un mejor título. En él se guardan la admiración y el respeto. El reconocimiento por tantas canciones y tan buenas melodías que salen del piano de Vitale y de la voz de Baglietto.
El telón se abre y lo primero es una introducción con la Banda Sinfónica de la Provincia, con su director Gustavo Fontana. Allí se escucharon entre otros, Libertango y Oblivion de Astor Piazzolla. Mientras autoridades y empleados del Hospital, junto a un público que agotó rápido las entradas, ya que era gratis, colmaban el teatro.
Ellos también aplauden
Entran al escenario y aplauden. Piden con gestos más aplausos a la Banda. Se sientan y comienzan con su show. Entre el humo, los instrumentos que tiene Juan Carlos y los que saca desde su órgano Lito. Desde allí y tan solo con teclas, podrá a lo largo de la noche hacer que parezca que los charangos, las flautas y demás estuvieran ahí.
Ellos dos y centenares escuchando. Ellos dos y el tango. Ellos dos y los autores que se suceden, que deben disfrutar desde donde estén por ser ellos dos quienes los traen de a momentos.
Entonces comienzan a pasar uno a uno los tangos como Renaceré, de Astor y Horacio Ferrer, Naranjo en Flor, Garúa, para comentar: “Es una felicidad estar aquí, de más está decirlo, este Teatro, estar con ustedes, ser considerados, estar durante 30 años pisando escenarios y que ustedes estén ahí”. Luego comentaría: “Nosotros no venimos del tango, cuando pudimos elegir, elegimos otra música. Nuestros viejos, cuando éramos chicos, trataron de meternos bajo la piel aquella maravillosa música. Pero hay una edad en la vida en que cualquier cosa que tenga que ver con nuestros viejos está mal” el tiempo y la música protagonistas de estas palabras en donde el orgullo es tener otra cosa más en común con los padres como el tango. Y ahí, con varias caras emocionadas, sonó Los mareados.
Uno de los momentos más sublimes de la noche estuvo a cargo de DLG que sonó en todo el teatro. Este tema que apareció en el CD Giros de Fito allá por el 85, y tuvo una energía y una fuerza especial. Dios y el diablo en el taller, El príncipe del manicomio, Historia del mate cosido, para llegar al conocidísimo El témpano. La importancia de la función, en beneficio al Hospital se puede entender en la tercera y última parte del espectáculo.
Realmente señora y señor lector, fue increíble haber estado allí sentado cuando Zamba de Lozano, y Piedra y Camino sonaron con esa banda de fondo. Hubo una conexión con el público muy especial. Y ni hablar cuando cantaron la supuesta última canción. En ella decían que Las cosas tienen movimiento y allí uno de los temas más impactantes de la noche, nos recordaba que hubo un Baglietto con pelo largo que la cantaba de joven. El mismo que comenzó su carrera en La Falda y que fuera de programa junto a Vitale tocaran unos 4 temas más. La vida es una moneda, Era en abril, Puñal tras puñal y Mirta de regreseo, fueron los últimos temas. Que fueron despedidos por una ovación de pie –no podía ser menos- por parte del público. Agradecido y emocionado. Como todo aquel que ve a estos señores monstruos.
Unos minutos antes del final, la sinfónica detrás acompañaba a Vitale y Baglietto que lleva un reflector. Las luces se apagaron y él iluminaba a todos los presentes, mientras cantaba y en su canto decía No olvides que una vez fuiste sol. Entonces varios deben haber recordado a los chicos de la ex Casa Cuna, y sus soles. A ellos que son soles y más con esa puesta de Juan que era muy Baglietto en ese momento. Muy profundo, muy de sus temas. Muy de su música. Muy de los chicos que necesitan de los soles. Muy de los soles y de la música que necesitan de los chicos. Y para ellos fue toda esta noche.